Sé que en artículos pasados hemos hablado de la Programación Neurolingüística, (PNL), pero al hablar de ello, personalmente desde mi punto de vista se viene a la mente el cerebro y las palabras, tal vez es por la asociación de ideas de mi cerebro.
Como lo hemos dicho en nuestra página la PNL es: un método en el que la comunicación, el desarrollo personal y la psicoterapia se unen para ayudar al cambio personal, no básicamente también radica en cambios en nuestra forma de pensar, percibir y por supuesto en lo que decimos. Ese es el punto que quiero tocar, voy a enseñarle lo poderosa que son nuestras palabras y no solamente para nuestro alrededor si no para nosotros mismos.
Cuando tenemos a un bebé en nuestro entorno, lo primero que pensamos cuando el niño crece es “hay que cuidar lo que decimos para que el niño no repita las cosas feas”. Inconscientemente desde ese punto ya sabemos que las palabras encierran un poder.
Ahora malas palabras para mi no sólo son las groserías que se nos salen, si no que son todo lo negativo que podemos provocar con el simple hecho de decir algunas cosa, he ahí el antiguo proverbio que dice: “Ten cuidado con lo que dices que se puede hacer realidad”, Pongamos un ejemplo sencillo. Vas a la cocina y dices ¿No hay leche? ó dices ¿Hay leche? Si lo ven aparentemente dicen lo mismo pero si lo analizas detenidamente en una de las preguntas ya estás condicionando que NO hay leche, es aquí donde se puede ver que algo ya lo estas haciendo negativo.
Lo mismo pasa con las cosas que decimos pero esto es un ejemplo muy sencillo y se puede decir que sin repercusiones graves pero que pasa si decimos “No puedo” “Me va mal”, Me siento terrible”, eso es lo que va a pasar, tu programación neurolingüística es negativa.
Lo que queremos lograr es todo lo contrario te invitamos a que cambies y digas todos los días “SI PUEDO” “ME SIENTO GENIAL”, “SOY FELIZ” “SOY EXITOSO”, vas tener cambios muy positivos, y lo mejor es que todo el interior se va a proyectar hacia el exterior.
Recuerda que de ti va depender si quieres ser alguien constructivo o destructivo. Ya no tomes tan a la ligera las palabras que no es como dicen “las palabras se las lleva el viento”.
Tu mereces una vida plena y feliz, ese es nuestro propósito. Queremos que hagas y las pruebas y me cuentes como te ha ido esta semana al decir estas poderosas palabras.
